Supongo que te estás preguntando ¿Qué significado tiene este artículo? ¿A qué viene esto de hablar de jirafas? ¿Qué me puede aportar saber la diferencia entre una cosa y otra? Pues en este artículo voy a tratar de responderte a estas preguntas. Primero te explicaré los dos símbolos que utiliza la CNV para explicar dos formas de entender las relaciones. Luego podrás ver la diferencia entre «ser» y «hacer» aplicado a este modelo de comunicación y cómo esto se puede extender a cualquier metodología o técnica que utilicemos para nuestro desarrollo personal. ¿Me acompañas?
Hay un mundo….
… en el cual las emociones son algo incómodo que hay que esconder. Los chicos no lloran. Las emociones en el trabajo de dejan a un lado, hay que ignorarlas sin quieres ser un buen profesional. De casa se viene motivado, …. y también llorado.
Hay un mundo donde la jerarquía utiliza el poder para imponerse sobre las voluntad de las personas que están debajo.
Hay un mundo en el que sólo existe el ganar/perder. Así que si yo quiero ganar alguien vas a tener que perder. O si quiero que tú ganes entonces yo voy a perder…
Hay en un mundo en el que todo se etiqueta. Se etiqueta a las personas diciendo, «éste es antipático». «Aquel es un egoísta» , «Ese es buena persona». Se etiquetan las circunstancias y continuamente se evalúan. Es un mundo lleno de comparaciones, «yo soy mejor que tu» «tu eres mejor que yo» «Yo quiero ser mejor que ese» ….. Un mundo que continuamente diagnostica e interpreta cómo deben ser las cosas y las personas.
Hay un mundo lleno de exigencias, en el cual hay que hacer las cosas porque alguien lo dice…. y punto. No hay más opciones.
Hay un mundo en cual mi misión es conseguir aquello que yo quiero sin importar los demás.
Hay un mundo que divide las personas y los comportamientos en dos bandos: los correctos y los incorrectos, los buenos y los malos,… y claro alguien se encarga de juzgar qué cae en cada sitio. Es un mundo lleno de de personas que juzgan, culpabilizan, un mundo de juzgados y de juzgadores.
Y claro, hay un mundo que utiliza la fuerza para castigar lo malo, lo incorrecto, lo indebido y premiar a los buenos y lo correcto. Es un mundo en el que las cosas se hacen para huir de un castigo o para correr hacia un premio. Es el mundo del palo y la zanahoria. No hay otra motivación.
¿Puedes verte en algunas cosas de este mundo? ¿Puedes reconocer algunos o muchos de estos patrones en la cultura en la que has crecido o en la que estás viviendo?
Hay otro mundo…
… en el cual las personas viven conectadas a aquello que está vivo en ellas en cada momento. Que aceptan sus sentimientos y se hacen responsables de ellos. Que los utilizan como una puerta para saber qué están necesitando y para hacer peticiones. Que viven conectados a la energía vital que supone sentir, ya sea agradable o desagradable, porque eso es la vida, porque eso significa que estás vivo, porque eso es vivir la vida despierto y no dormido.
Hay otro mundo en el que, aunque haya jerarquía, el poder se utiliza con las personas y no sobre las personas.
Hay otro mundo en el que existe el ganar / ganar. Así que si yo quiero ganar, tú también puedes ganar. No sólo eso, es un mundo en el que dos colaboramos para encontrar maneras de ganar en las que los dos ganamos.
Hay otro mundo en el que no se etiqueta a las personas. No hay personas, antipáticas, egoístas, o malas personas. Sólo hay personas que actúan lo mejor que saben o pueden tratando de satisfacer sus necesidades y que utilizan estrategias que pueden producir dolor. Y cuando eso ocurre hago peticiones y sobretodo emprendo acciones para cuidar de mi. Sin acritud, con cuidado por mi y compasión por los demás.
Hay otro mundo que va más allá de lo correcto y lo incorrecto, de los buenos y de lo malos. Así que ya no hay necesidad de jueces. No hay inocentes ni culpables. No hay que culpar ni castigar. Acepta que hay dolor, acepta que hay acciones que estimulan dolor en otros y que hay una justicia para reconocer eso y que la persona que lo ha causado lo puede reparar los efectos y el dolor producido. Hay justicia restaurativa, no punitiva.
Hay otro mundo en el que la fuerza sólo se utiliza para proteger la vida y no para castigar.
Hay otro mundo en el que las personas se mueven reconociendo sus necesidades y valores universales y buscando estrategias que funcionen para todos. Su recompensa está en el interior, no en el exterior.
Hay otro mundo en el que las persona quiero que hagan cosas para satisfacer mis necesidades sólo si realmente lo desean hacer para contribuir a mi bienestar y no por miedo al castigo o a las represalias. Es un mundo en el que el bienestar de los demás también es el mío. Es un mundo donde las posibilidades se abren.
Supongo que tú también puedes reconocer este mundo en ti. Y estoy también seguro que en algunos momentos o en muchos momentos, también vives en este mundo. Porque, te gusta vivir en este otro mundo, ¿verdad?
El mundo chacal y el mundo jirafa
Querid@ leyent@, hasta ahora lo que he hecho es describirte dos paradigmas que según la CNV determinan la forma con la que hablamos y nos relacionamos con los demás y también con nosotros mismos. El primero, se simboliza con la figura de un CHACAL y determina un modelo de comunicación que está fuertemente marcado en nuestra cultura y que nos acerca a tener comportamientos violentos. Cuando utilizo esta palabra me refiero a aquella energía que nos impulsa hacia la violencia física o verbal y que nos mueva a separarnos y vernos diferentes a los demás lo que nos impulsa a desconectarnos de los demás y de nosotros mismos.
El otro mundo se simboliza con la figura de la JIRAFA. Desde este mundo la energía que se moviliza es la contraria: la de la conexión, la del acercamiento hacia unos mismo y los demás, la energía de la compasión y de la empatía que despierta algo que ya está instalado «de fábrica» en todos los seres humanos: nuestro impulso natural a colaborar y contribuir al bienestar de los demás.
Marshal Rosenberg, el creador de la CNV, escogió estos dos animales porque la jirafa es un animal alto, que puede ver con perspectiva. En los conflictos, desde la altura puede ver que se producen en nivel de estrategias y que la perspectiva que da el punto de vista de las necesidades y los valores universales puede ayudar a gestionar conflictos. La jirafa es el mamífero que tiene el corazón más grande, simbolizando el poder de la empatía y la compasión. En cambio el chacal se mueve a nivel del suelo, no tiene perspectiva y tiene un comportamiento que se mueve entre el ataque y la defensa. Por eso escogió estos dos animales para simbolizar estos dos mundos.
La CNV como camino y no como un destino
Por fin, querid@ leyent@, es momento de hablar del título de este post. En los talleres que hago sobre CNV vienen personas atraídas por un modelo de comunicación «jirafa» que propone la CNV. La CNV nos da herramientas muy simples y a la vez poderosas para acercarnos a este forma de relacionarnos. Lo que yo observo es que, cuando las personas entramos en el mundo de la CNV se producen dos efectos. Por un lado el mundo jirafa nos abre unas posibilidades de relacionarnos con las personas y con nosotros mismos que antes no veíamos y eso da esperanza. Y al mismo tiempo, y precisamente por eso, nace el impulso de convertirnos en jirafas en un mundo chacal. Buscamos la manera correcta de hablar y relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos. Curiosamente esta intención tan loable nos aleja de lo que pretendemos. Porque cuando buscamos la forma correcta de comunicarnos ya estamos otra vez juzgando, etiquetando, diciendo lo que está bien y está mal, y ese es precisamente en mundo chacal. Además, es imposible llegar a ese ideal, por lo que vemos el camino que tenemos por delante como una «misión imposible».
Esto me recuerda la frase que dice que la felicidad no es un destino, es el camino. Para mi, la CNV también es más un camino que un destino. Los 4 elementos de la CNV, la expresión honesta y la escucha empática son caminos que nos llevan a la conexión propia y a la conexión con los demás. La CNV es una herramienta (y con la práctica uno se da cuenta que es mucho más que eso) que nos ayuda de una forma muy eficaz a conseguir eso. Pero lo importante es conseguir la conexión. El método, los pasos, la técnica son un medio para conseguir este fin.
Ahora es momento de recuperar el título del artículo. Cuando digo «ser jirafa» significa que me identifico como una persona que utiliza la CNV como la forma correcta de hacer las cosas. «Yo soy jirafa» lleva implícito, yo soy lo correcto, yo represento la manera correcta de relacionarnos. Implica que quiero cambiar el mundo utilizando la CNV como la forma correcta de hacerlo y curiosamente este es el patrón del que queremos huir, el paradigma Chacal. En cambio, hacer de jirafa representa para mi algo muy diferente. Implica que como persona decido utilizar el modelo de la CNV como un camino para conectarme conmigo mismo y con los demás. Cuando se produce esa conexión no hay juicios, desaparece lo correcto y lo incorrecto y es cuando podemos entrar en ese mundo que tanto deseamos. Cuando utilizo los pasos de la CNV como una forma de entrar en ese mundo y no como un fin es sí mismo.
Curiosamente, si persigo «ser jirafa» entonces eso me aleja de la CNV. En cambio, si lo que busco es «hacer de jirafa» como una forma de relacionarme diferente, como una intención, como una dirección hacia la que camino más que un destino al que hay que llegar, entonces sí, curiosamente sí que funciona. Supongo que será como buscar la felicidad, que sólo la puedo encontrar en el camino hacia ella y nunca la encontraré como un destino al que hay que llegar.
También quiero decirte que la CNV puede que no sea LA mejor manera que hay en el mundo de conseguirlo, aunque para mi es la manera más eficaz y poderosa que he encontrado de conseguir esta forma de relacioanrnos que tanto anhelo. Supongo que esto se puede aplicar a muchas de las metodologías de desarrollo personal que puedas encontrar. ¿Qué es lo que buscan? ¿Cuantas veces confundimos el método para llegar a algo con ese algo?
¡Buen viaje!