Hoy quisiera hablarte sobre cuando y cómo interrumpir a una persona cuando una conversación pierde vida y se convierte en algo insatisfactorio. Porque, ¿a ti no te ha pasado alguna vez estar en una conversación con alguien en la que, por no interrumpir, te conviertes en una papelera de palabras? Así que lo que te propongo que miremos juntos cómo podríamos mirar esto desde la perspectiva de la CNV (Comunicación Noviolenta), ¿te apetece?
Las conversaciones faltas de vida
Efectivamente, hay momentos en que las conversaciones dejan de ser vivas, perdemos interés y por no interrumpir nos quedamos en una actitud pasiva, diciendo que sí con la cabeza pero sin escuchar verdaderamente a nuestro interlocutor. Si esta situación no es para ti un problema entonces este artículo no te va aportar nada. Ahora bien, en esta situación quizás te gustaría interrumpir, no para tener un espacio para hablar tú, sino para reavivar la llama de la conversación que parece que se ha consumido. En este caso, este artículo puede aportarte algo útil. ¿Me acompañas?
¿Cuando interrumpir?
La primera cosa que quizás te venga, es ¿cual es el mejor momento para interrumpir? A mi me encanta la respuesta que da Marshall Rosenberg en su libro Comunicación no violenta, un lenguaje de vida. Dice lo siguiente:
«yo diría que el momento más oportuno para interrumpir es cuando oímos una palabra más de la que queremos oír. Cuanto más tiempo esperemos, más nos costará mostrarnos civilizados cuando intervengamos»
Desde luego, me parece muy acertado porque, lo que a mi me ocurre cuando no interrumpo es que voy acumulando juicios sobre lo pesada que es esa persona, lo cual tiene dos efectos. El primero es que seguro que eso se nota en mi cara y por lo tanto lo percibe mi interlocutor. Lo segundo es que cuando finalmente me decido interrumpir significa que mi enfado ha superado a mi paciencia y como yo puedo llegar a tener mucha paciencia, te puedes imaginar que mi forma de interrumpir puede llegar a ser no muy civilizada …
¿Cómo interrumpir?
Bien, ahora que hay una propuesta sobre cuando es el mejor momento para interrumpir, llega la pregunta sobre el cómo hacerlo. Para responder a eso tengo dos propuestas para ti.
La primera consiste en ayudar a la persona que está hablando a que se dé cuenta sobre cuales son sus necesidades y sentimientos. Te pondré un ejemplo para explicarme mejor. Supón que vas a visitar a un familiar que siempre te explica historias sobre lo mal que lo pasó durante la guerra. Entonces, quizás tu podrías interrumpir de la siguiente manera:
Cuando me explicas otra vez esta historia supongo que lo haces porque te encantaría que yo pudiera hacerme una idea de lo mucho que sufriste durante la guerra. Te encantaría que yo pudiera escuchar y sentir contigo lo duro que fue para ti, ¿es eso?
De esta manera ayudamos a la persona a conectar con lo que podría ser una profunda necesidad de empatía no resuelta cuando nos explica esa historia una y otra vez.
La segunda forma de interrumpir es expresar de forma honesta cómo nos sentimos y cuáles son nuestras necesidades a la vez expresamos nuestro interés por el impacto que pueda producir la interrupción. Te pondré otro ejemplo para explicarlo. Yo tengo un conocido que algunas personas tratamos de esquivar porque cuando te encuentra se pone a hablar de cualquier cosa que le ha pasado con un detalle exasperante. Te puede explicar que acaba de llevar el coche a la revisión y para ello te explica cual fue el recorrido para llegar, que vio durante el trayecto, que pensó y con qué otra historia conecta eso, lo que le explicó el del taller, (la conversación íntegra, más todo lo que considera relevante de la vida del mecánico,…) Eso si no le interrumpes.
Así que, lo que podría hacer mientras escucho es estar atento para darme cuenta de cuando ya no quiero escuchar más y entonces decirle algo parecido a lo siguiente.
Perdona que te interrumpa. Supongo que tienes muchas ganas de explicarme cómo te ha ido con el mecánico. Cuando me das tantos detalles me pierdo y cuando me pierdo dejo de escucharte. Valoro y quiero ser honesto contigo y no quiero disimular haciendo ver que te escucho cuando no es así. ¿Te molesta que te haya interrumpido para decirte esto?
Cuando hablas, ¿para qué lo haces?
Es posible que cuando hablas lo hagas con la intención de enriquecer de alguna forma la vida del que te escucha o para crear conexión con esa persona. Así que si no lo estás consiguiendo, ¿no te gustaría que te lo dijeran? Esto me recuerda un anécdota que me ocurrió hace ya unos cuantos años.
Fui a buscar al a mi hija pequeña al colegio y en el vestíbulo estuvimos jugando a engancharnos en la cara unas pegatinas de papel que habían sobrado de un trabajo manual. La cosa es que, sin darme cuenta, se me quedó pegada una de ellas en la frente.
Pues bien, hice el recorrido desde el colegio hasta casa, fui a comprar pan a la panadería y cuando entré en casa y me miré en el espejo me di cuenta que aún llevaba una preciosísima pegatina redonda de color rojo en medio de mi frente. Ostras, -pensé, la dependienta de la panadería, podría haberme dicho algo, ¿no? Yo lo hubiera preferido aunque fuera algo embarazoso y se lo hubiera agradecido.
Así que, si tu deseo es aportar y crear conexión con otra persona ¿tu no preferirías que te interrumpan para decirte, con amabilidad, que no lo estas consiguiendo?
Espero que esta forma de ver cómo podemos interrumpir para devolver la vida a las conversaciones te de más posibilidades de acción.
¡Buen viaje!