Una de las cosas que me resulta muy útil a la hora de encontrar respuestas a situaciones difíciles, ya sea en el campo personal como en el profesional, es la conocer la distinción entre necesidad y estrategia. Las Necesidades según la Comunicación NoViolenta (CNV), son todo aquello que es esencial en nuestras vidas. Así hay necesidades vitales cómo son el respirar, comer, beber, dormir, evacuar; también existen las necesidades de seguridad tanto material como afectiva; finalmente también se incluyen las necesidades de desarrollo del ser humano como son las contribución a la vida, la de dar sentido, etcétera.
En cambio, las estrategias son todo aquello hacemos para intentar satisfacer las necesidades. Es más, nuestras acciones son siempre un intento más o menos exitoso o más o menos “ecológico” para ir al encuentro de una o varias necesidades que están vivas en ese momento. Ahora bien, ¿Porqué es tan importante esta distinción?
No es lo mismo necesidades que estrategias.
Ya he dicho antes que nuestras acciones son siempre estrategias para satisfacer necesidades. Así que las acciones son importantes en la medida que nos ayudan a satisfacer necesidades. La cuestión es que, si confundo la estrategia con la necesidad entonces la acción deja de convertirse en un medio para convertirse en un fin en si mismo. Esto supone que me aferro a una estrategia porque creo que es la única forma para satisfacer las necesidades, y las necesidades son esenciales para la vida lo cual reduce enormemente mis posibilidades para encontrar la felicidad.
Sin embargo si soy consciente de qué necesidades estoy intentando satisfacer con una determinada acción, desaparece mi apego a esa estrategia y me abro a buscar y encontrar otras estrategias que también sirvan para satisfacer esas necesidades. Para explicarme mejor, me gustaría ponerte un ejemplo. Supón que te digo que estoy muy frustrado y enfadado porque necesitaba ir al cine y ya es demasiado tarde para ir.
Lo primero a tener en cuenta es que he dicho que ir al cine es una necesidad cuando en realidad es sólo una estrategia. Sin embargo estoy con un amigo que conoce la CNV y me va a ayudar a diferenciarlas. El diálogo podría ser algo como lo que sigue.
– Oye, ¿Cómo te sentirías si hubieras podido ir al cine?
– ¡Pues muy bien, vaya pregunta!
– Ups…, me parece que te has enfadado un poco. Supongo que es obvio que ahora no estás bien y yendo al cine estarías mejor, ¿verdad?
– Eso mismo. He tenido un día horrible en el trabajo y necesito distraerme.
– Vaya. Supongo que quieres olvidar la jornada y poder así recuperar la tranquilidad.
– Sí. He tenido un conflicto con una persona y ya sabes que lo paso muy mal cuando me enfrento a alguien.
– Claro, y si vas al cine lo olvidarás y así te sentirás mejor.
Mi amigo se ha dado cuenta que cuando yo quiero ir al cine (estrategia) lo que necesito es recuperar la tranquilidad (necesidad), que es lo que me ha faltado durante mi jornada laboral. Una vez que tiene esto claro, continúa de la siguiente manera:
– A ver si lo he entendido bien. Quieres ir al cine porque así olvidarás el conflicto, lo cual te pone de muy mal humor. Supongo que lo que necesitas es recuperar la calma, incluso cuando pienses en el incidente, ¿es así?
– Sí, sí. Cada vez que me acuerdo me pongo como una moto.
– Bueno, no puedes ir al cine pero te propongo otra cosa. ¿Quieres que salgamos a dar un paseo? Mientras, si quieres, me explicas qué ha pasado. Quizás te sirva para desahogarte y para darte más claridad sobre lo que ha pasado. Supongo que eso te ayudaría a recuperar un poco la tranquilidad. ¿Qué te parece?
– Sí, buena idea. A veces hablar con otra persona me ayuda a ver algo que no veía y eso me va bien porque me da claridad. Muchas gracias por tu ofrecimiento. Sólo con eso ya estoy un poco mejor.
Conclusión
Lo que ha hecho mi amigo han sido dos cosas. Como sabe diferenciar entre estrategia y necesidad me ha ayudado a darme cuenta de cuales son las necesidades que estoy intentando cubrir con la estrategia de ir al cine. En segundo lugar, me ha propuesto una estrategia alternativa que también satisface mi necesidad de calma. Incluso es posible que esta estrategia sea incluso más eficaz que la que yo habí pensado incialmente.
También quería decirte que saber aplicar esta distinción es muy útil para gestionar situaciones de conflicto. Por ejemplo supón que te propongo ir al cine y tu me dices quieres quedarte en casa. Si los dos confundimos estrategias con necesidades no llegaremos a ninguna solución que sea satisfactoria porque ambos estaremos apegados a nuestra estrategia. Ahora bien, si yo tengo claras cuales son mis necesidades cuando propongo ir al cine, y puedo indagar sobre cuales son las necesidades que hay detrás de tu estrategia de quedarte en casa, entonces podré proponerte estrategias que satisfagan las necesidades de ambos, lo cual sería fantástico, ¿no crees?. Esta es otra de las ventajas de conocer el lenguaje de la CNV: funciona aunque sólo sepa hablarlo uno de los dos.
Para acabar decirte que, si quieres saber más sobre qué es la CNV, cómo aprender a diferenciar estrategia y necesidad y de qué manera esto puede proporcionarte más bienestar a tu vida, no dudes en consultar la sección de Eventos y apúntate a alguna de mis charlas o talleres. También puedes hacerme cualquier consulta dejándome un mensaje en la sección Contacta.
¡Buen viaje!