La primera vez que leí esta frase me quedé tan sorprendido como alguno de ustedes. ¿Qué hace una frase como ésta en un blog como éste? Antes de nada, permítanme que les ponga una parte del texto de donde procede la frase:
“En Estados Unidos tengo un amigo íntimo llamado Jim Forest. El invierno pasado vino a visitarme. Yo siempre friego los platos después de cenar, antes de sentarme a tomar un té con cualquier persona. Una noche me preguntó Jim si podía fregar él, le dije: «Hazlo, pero si vas a fregar los platos debes saber cómo hacerlo». Jim contestó: «Vamos, Thay, ¿crees que no sé fregar platos?». Le respondí: «Hay dos formas de fregar los platos. La primera es fregar para tener los platos limpios y la segunda es fregar los platos para fregar los platos«. Jim estaba encantado y dijo: «Elijo la segunda forma: fregar los platos para fregar los platos». Desde entonces Jim supo cómo había que fregar platos, y le transferí la «responsabilidad» durante una semana. Después hizo una enorme propaganda acerca del fregar los platos para fregar los platos e incluso publicó la frase en varios periódicos.” Thich Nhat Hanh
Hoy, lo que me sugiere este texto es hablar respecto a que las cosas “no son” sino que las cosas las “interpretamos”. Lo que quiero decir es que lo que nos molesta de una situación no es la situación en sí misma sino la interpretación que hacemos de ella. ¿Qué quiero decir con la interpretación? Pues lo que pensamos acerca de lo que nos está pasando.
Pongamos un ejemplo de la vida cotidiana, por ejemplo, lavar los platos (qué casualidad, ¿no?). Supongamos que tenga que lavarlos y es una actividad que no le gusta. Le invito a ponerse en situación….delante del fregadero con un montón de platos sucios, esperándole…. ¿Qué se dice en esos momentos? Es probable que no sean cosas muy amables (vaya lata, a ver si acabo enseguida con todo este lío, o cosas por el estilo). Ahora apliquemos lo que nos dice el autor del texto a la actividad de fregar los platos, es decir, hacer la misma cosa pero sin emitir ningún juicio de valor sobre la actividad. Simplemente estar completamente atento al hecho de fregar los platos. Para ello nos podemos fijar en el color de la vajilla, su textura y peso al sostenerla en nuestras manos, la temperatura del agua, el tacto de la espuma del jabón, el sonido al sumergir el plato en el agua caliente, el olor que se desprende, el agua que se pierde entre os dedos…. En fin, estar completamente atentos a lo que estamos haciendo, sin juzgarlo y experimentar cómo eso transforma nuestra experiencia.
Les propongo que lo prueben. En cualquier actividad cotidiana que les pueda resultar fastidiosa, prueben hacerla estando atentos al 100% a lo que estén haciendo y no como una actividad que es un medio para conseguir algo. La actividad ha de tener como fin hacerla, simplemente eso: “pasar el aspirador para pasar el aspirador”, “hacer la colada para hacer la colada”, etc. Y si realmente transforma la experiencia, hagan publicidad y incluso podría pasar que la frase saliera en los periódicos de nuestras ciudades, tal y como le pasó a Jim Forest, el amigo de Thich Nhat Hanh…
Disfrutad y buen viaje.