Hace ya tiempo que tenia en mente hablaros sobre la confianza. La verdad es que es algo recurrente y que afecta muchos ámbitos. Sin embargo la amplitud del tema me ha frenado hasta ahora para escribir sobre ello. Lo que me ha acabado de decidir ha sido la petición de uno de vosotros. «Tienes que hablar sobre la confianza» me dijeron hace poco… Pues ahí va. El artículo quiere tratar el tema tanto desde la perspectiva personal como el de las empresas.
Las tres dimensiones de la confianza
Como siempre, voy a tratar de explicar el término. A mi, lo que me ayuda a entenderlo es saber que la confianza tiene tres dimensiones.
Sinceridad. Podemos pensar que no confiamos en alguien porque no es sincero con nosotros, es decir, que pensamos que nos está mintiendo.
Competencia. También podemos decir que no confiamos cuando lo que hay es un juicio sobre si es capaz de hacer lo que está diciendo, es decir, sobre su competencia técnica. De este modo podríamos pensar que es sincero pero no es competente y por ello no confiamos.
Credibilidad. El tercer aspecto que afecta a la confianza es la credibilidad. Vamos, que puedo pensar que es una persona sincera, que también es una persona que tiene la competencia técnica para hacer lo que ha dicho que va a hacer. Sin embargo, puedo pensar que no es fiable, que dice una cosa, que es capaz de hacerla, pero no me fìo de que vaya a acabar por hacerla.
Como hemos visto, para que haya confianza tienen que cumplirse estas tres condiciones. Sin embargo, es muy importante saber cual de ella (s) está afectada para que podamos emprender aciones encaminadas en la dirección correcta.
Así, podéis pensar en alguna persona de vuestro entorno en la que no confiéis, ya sea en el ámbito personal como en el profesional. ¿Cual de los tres pilares está fallando?. Una vez identificado esto, ¿qué se te ocurre que podrías hacer para recuperar la confianza?
Confianza: vulnerabilidad y acción.
Vivimos en un mundo lleno de incertidumbres lo cual provoca un sentimiento de vulnerabilidad (Ser vulnerable no es lo mismo que ser débil). Si confiamos en alguien, pensamos que ese alguien me tendrá en cuenta y se hará cargo de mis inquietudes, lo cual nos proporcionará seguridad. Es decir, que la confianza es un antídoto contra el miedo. Y este principio es aplicable tanto al plano personal como en el de las organizaciones. Así cuando siento miedo, puedo hacerme la pregunta, ¿en que me está faltando la confianza?. Al igual, en las organzaciones nos podemos hacer la misma pregunta, ¿En que o quien se desconfía?
Yo puedo tener miedo cuando me enfrento a algún reto. El miedo me sirve para prepararme y tener en cuenta los posibles peligros y dificultades. Y en este sentido me aporta algo muy valioso, aunque me frena para emprender cualquier acción. El miedo y la desconfianza busca la conservación, el inmovilismo, que todo quede igual. La confianza, está en el otro lado, y es necesaria para emprender cualquier acción ya que nos mueve a hacer cosas, a transformar, a ser creativos. Son dos fuerzas que van en sentido contario. La que más fuerza tenga será la que hará que nos quedemos en donde estamos o bien nos impulsará hacia el cambio deseado.
En nuestra empresa, ¿Hasta qúe punto están equilibradas estas dos partes de la balanza? ¿Cual es la que pesa más? ¿Qué te gustaría cambiar?
Confianza y control
¿Qué ocurre cuando no hay confianza? La falta de confianza se intenta compensar con el control.
Confianza en lo personal
Si no tengo confianza suficiente entonces me muevo para intentar controlar aquellas circunstancias que me provocan inseguridad (¿Cómo construyes tu seguridad?). Si todo en mi vida se mueve para buscar el control habrá que buscar cuales son los juicios que sustentan mi falta de confianza. (¿Sabes diferenciar hechos de opiniones?)
Confianza y control en las organizaciones
En las organizaciones ocurre algo parecido. Signos que pueden ayudarnos a detectarlo son empresas con mecanismos de control excesivos, con dificultades graves para delegar, con falta de iniciativa para tomar decisiones y que se comportan de un modo reactivo y poco proactivo.
Hay que tener presente que las organizaciones basadas en el mando y el control tienen su razón de ser cuando las cicunstacias en que se mueven estas empresas están basadas en el trabajo manual, la destreza física, las líneas de ensamblaje y tareas que requieran poco creatividad. Los ingenieros son los que saben y los capataces dicen lo que hay que hacer. En definitiva son organizaciones orientadas a la tarea.
Las empresas que buscan ventajas competitivas basadas en el conocimiento y no en el trabajo manual, las que necesitan creatividad, las que manejan conocimientos de alto valor, no se mueven en estos parámetros, no porque sean buenos o malos, sino porque simplemente, ya no son útiles.
Sustituyen el mando y control por la autonomía responsable, el capataz por el mando con perfil «coach», el miedo por la confianza, la estructura piramidal por la horizontal y flexible, la estandarización por el aprendizaje organizacional.
No es lo mismo una empresa de publicidad que una central nuclear. Sin embargo, las preguntas que nos podemos plantear son ¿Que tipos de mecanismos de control dispone tu empresa? ¿Hasta qué puntos estan justificados? ¿En qué se confía y en que se desconfía?
Fomentar la confianza
Confianza personal
¿Cómo podemos ganar confianza personal? Este es un tema extensísimo, aunque no por eso voy a tratar de dar alguna pincelada.
Lo primero que podríamos hacer es buscar los juicios que tenemos respeto a nosotros mismos y tratar de ponerlos en duda. Lo que se trata de es «enjuiciar los juicios». También pienso que la falta de confianza puede tener raíces en creencias limitantes (¿Qué son las creencias limitantes?). Detectarlas y desafiarlas es otra manera de ganar confianza.
Otro aspecto a tener presente es que la falta de confianza puede estar en la falta de competencia sobre algo en concreto. Aprender y practicar en algo que no tenemos confianza es incómodo pero creo que es un buen camino para poder ganar confianza. Vamos, que quizás hay que dejar de quejarse y movernos para hacer que eso deje de ser así.
La confianza en las organizaciones
Supongamos que creemos que fomentar la confianza en nuestra organización es algo que nos puede ser útil, o que simplemente necesitamos para sobrevivir como empresa. ¿Cuales son los factores que ayudan a fomentarla?
Las Normas
Las organizaciones disponen de normas que son las reglas de juego que sirven para dar confianza ya que nos ayudan a hacer previsibles los comportamientos de las personas. ¿Cómo deben ser las normas para que se fomente la confianza? Podemos tener en cuenta los siguientes aspectos.
Las reglas que estimulan la competencia fomentan la desconfianza mientras que las que estimulan la cooperación fomentan la confianza sin que por ello dejemos de perder de vista la competencia saludable.
También es conveniente tener en cuenta que las nomas y reglas sean claras y simples para que se puedan interpretar fácilmente. Además deben ser legítimas (validas, justas y eficaces) y respetadas. Evidentemente, una regla que no se respeta no tiene ningún valor.
¿Cuales son las que impactan más en las organizaciones?
Todas aquellas que hace referencia a la evaluación del desempeño, a las normas de contratación, a las remuneraciones y otros beneficios sociales, promociones y políticas de compensaciones son las que más impacto tienen en las organizaciones. Saaber esto nos ayudar a poner foco en nuestras acciones.
¿Cómo son la normas en tu organización? ¿Tienen estas características? ¿Que cambiarías?
Valores compartidos
Los valores es aquello a lo que le damos importancia. Si conoces los valores de una persona puedes preveer más fácilmente de qué manera se va a comportar. Es por esto que disponer de valores compartidos ayuda a crear confianza en la organización.
¿Cuales son los valores de tu empresa? Me refiero a los valores reales, que no tienen porqué coincidir con los que ha manisfestado la empresa en su declaración de Misión, Visión y Valores. ¿Fomentan la confianza? ¿Hasta qué punto están compartidos?
Sentido trascendente del futuro
El sentido trascendente del futuro influye positivamente en la confianza puesto que cuando pienso en un futuro mejor tendré lógicamente más confianza. Así, las personas que tiene un sentido trascendente de la vida también las hace más resistentes a los embestidas de la vida. Hay una cita que refleja precisamente esto:
«Dadme un porqué y podrá soportar casi cualquier cómo»
Si intentamos aplicar esto en el mundo empresarial veremos que las empresas que se sienten motor de transformación histórica, que su empresa tiene una misión trascendente con el mundo que les rodea que va mas allá de obtener benficios, y sus empleados beben de ese espíritu de transformación abandonan el sentido de sacrificio de sus trabajos y se mueven hacia una profunda realización personal lo cual es una fuente de automotivación.
Efectos de la ruptura de la confianza
En este artículo ya hemos visto cuales son los efectos que produce la desconfianza tanto en lo personal como en lo profesional. La cuestión es, ¿Cómo podríamos recuperar la confianza de alguien cuando la ha perdido?
Recuperar la confianza
Este es un asunto difícil. Una vez me lo explicaron de la siguiente manera. La confianza es como la pasta dentrífica. Si apretas el tubo es muy fácil que se escape la pasta. Ahora bien, intenta volver a meterla dentro del tubo. Es difícil ,¿no?. Imposible no es pero vaya, cuesta bastante y siempre se pierde algo en el intento. Pues eso, la confianza es la pasta del tubo dentrífico: es muy fácil perderla y muy difícil recuperarla.
Por lo tanto, la preventivo es lo más eficaz: haz todo lo posible para que no pierdan la confianza en tí porque recuperarla va a ser un trabajo árduo.
Conclusión
Espero que este artículo os sirva para pensar en la importancia de la confianza en el plano personal y en el profesional y que podáis sacar ideas de proyectos e iniciativas para poner en marcha. Si piensas en ello, ¿Que vas a hacer mañana diferente? ¿Qué harás en las próximas semanas? Yy en los próximos meses?
¡Buen Viaje!
NOTA:
Para realizar este artículo me he basado en el libro «La empresa emergente» de Rafael Echevarría, libro que considero muy recomendable y en las disticiones que utilizamos los coaches.