En este artículo quiero hablar sobre la búsqueda de la felicidad. Menudo reto, ¿eh? Y para ello te propongo que hagamos como si la búsqueda de la felicidad fuera la búsqueda y preparación de nuestro plato preferido.
Porque hay gente que me dice, «mira, yo soy feliz porque hago esto, y aquello, y vivo mi vida de esta forma y bla bla bla ….. » y me lo cuenta con tanta convicción y pasión que decido probarlo, pero eso no me hace feliz. Es como si alguien que ha encontrado su plato favorito te cuenta con todo lujo de detalles sus excelencias pero cuando tú lo pruebas piensas que tampoco había para tanto.
Así que una opción que se me plantea es ir probando los platos que otros preparan para ver si encuentro el que me guste. Sin embargo, no me acaba de convencer eso de estar a la espera, así que he decidido convertirme en el cocinero de mi propia felicidad porque, ¿quien mejor que yo para prepararme un plato que me guste?
La cocina para ser feliz.
A continuación te doy las pautas que yo sigo para cocinar, a ver si te sirven.
Disfrutar de la gastronomía de la felicidad no consiste en comer siempre el mismo plato
Al igual que podría ser un poco extraño comer sólo un plato porque es mi preferido, creo que no tiene mucho sentido aferrarme a una sola cosa o a una sola estrategia porque me aporta felicidad. Estoy seguro que, al igual que hay muchos platos que pueden gustarme y que me pueden hacer disfrutar, también es seguro que hay múltiples estrategias que también pueden llevarme a una experiencia de felicidad.
Ahora bien, ¿cómo puedo encontrar otros platos, a parte de mi preferido, que también me hagan feliz? Se me ocurre que para prepararme otro plato, primero tendría que saber cuales son los ingredientes, así que, a continuación te cuento cuales son a mi parecer los ingredientes de la cocina de la felicidad.
1er paso: Selecciona los ingredientes de la cocina de la felicidad.
Para mi, un plato simboliza una estrategia que yo utilizo para ser feliz y los ingredientes con los que se cocinan «los platos de la vida» son las Necesidades y los valores universales. Según la Comunicación NoViolenta (CNV), Necesidades son todo aquello que es esencial en nuestras vidas. Así hay necesidades vitales cómo son el respirar, comer, beber, dormir, evacuar; también existen las necesidades de seguridad tanto material como afectiva; finalmente también se incluyen las necesidades de desarrollo del ser humano como son las contribución a la vida, la de dar sentido, etcétera. (Listado de necesidades y valores universales).
Volviendo a la gastronomía, al igual que un plato me puede gustar porque está cocinado con unos determinados ingredientes, una estrategia me puede resultar satisfactoria porque hay una o varias necesidades o valores universales que se satisfacen con esa estrategia. Con estrategia me refiero cualquier cosa que hacemos en la vida: ir al cine, comprarme un coche, tener una pareja, tener muchas parejas, saltar en paracaídas, tener un hijo, no tener hijos, ser el Director General de una Compañía…. cualquier cosa que se te ocurra que puedes hacer. En definitiva, las estrategias son las cosas que hacemos para intentar satisfacer las necesidades.
Por ejemplo, me puede gustar el plato «ir al cine con los amigos» porque es un plato que tiene los ingredientes compañía, conexión, amistad y diversión, ¿ves lo que quiero decir?
2o paso: Cocina el plato con los ingredientes que hayas seleccionado.
Ahora que ya hemos escogido los ingredientes que me gustan, es decir, que soy consciente de cuales son las necesidades y valores universales que estoy necesitando, entonces ya puedo ponerme a cocinarlo en la proporción adecuada.
De lo que se trata es ser creativo. Por ejemplo, si los ingredientes que he seleccionado para hacer mi plato son compañía, conexión, amistad y diversión puedo cocinar el plato «salir al cine con los amigos» aunque también podría preparar un fantástico «cenar en casa con los amigos» o también un «salir a bailar» podría estar, como diría Karlos Arguiñano, «rico, rico». ¡Imaginación al poder!
Algunas consideraciones más respecto a la cocina de la felicidad.
Para acabar, quisiera explicarte alguna cosa más que a mi me parece relevante en todo este asunto de la gastronomía de la felicidad.
Los ingredientes que seleccionas dependen de tu momento vital y de tu situación concreta.
Ya hemos visto que los ingredientes son las necesidades y los valores universales, y que son comunes a todos los seres humanos. Ahora bien, que todos tengamos las mismas necesidades no significa que todos necesitemos lo mismo en el mismo momento. Así que, al igual que antes de cocinar tu plato necesitas saber cuales son los ingredientes que vas a utilizar, con la cocina de la Felicidad pasa lo mismo: primero hay que ser consciente de cuales son las necesidades universales que estoy queriendo satisfacer antes de decidirme por una estrategia.
Un plato no es bueno ni es malo. Si acaso, un plato te gusta o no te gusta.
Lo que quiero decir decir con esto es que nosotros somos los únicos que sabemos cuales son las necesidades universales que están más presentes y cual es su proporción adecuada. Nadie puede hacer este trabajo por nosotros, así que no te sirven de mucho los buenos cocineros o la buena cocina, lo único realmente útil es aquello que tu necesites y qué estrategias utilizas para satisfacerlas. Así que el cocinero de tu felicidad sólo puedes ser tu mismo.
Experimenta, esto no es una ciencia exacta.
¿Cual es la proporción correcta de necesidades que tengo que aplicar? ¿Cómo lo debo preparar? … Me temo que en esto no hay reglas fijas, ni es una ciencia exacta. Lo único que puedes hacer es ensayar, probar. Quizás, sólo con eso ya estemos experimentando la felicidad.
¡Buen viaje!