¿Cuál es la diferencia entre independencia e interdependencia? La diferencia puede parecer sutil aunque saberla podría tener impacto, sobretodo si lo aplicamos a la forma con la que nos relacionamos con las personas. Así que, mi propuesta de hoy es explicarte cómo veo esta distinción para que lo puedas aplicar a la forma con la que te relacionas con las personas y con el mundo en general. ¿Me acompañas?
Dependencia, independencia y autosuficiencia
Para empezar creo que nos irá bien para tener un punto de partida común, mirar alguna definición. Veamos primero el significado de la palabra Dependencia:
Según Wikipedia es la subordinación de una persona o cosa respecto de otra u otras, por las que está regida o a las que es sometida . Como puedes ver es una relación de sometimiento, no igualitaria, así que el lo más habitual es que lo rechacemos porque queremos otra tipo de relaciones no-dependientes. Veamos lo que dice el diccionario de la palabra. Independiente, según la Rae es quien no tiene dependencia, que no depende de otro. Vale, a mi tampoco me ha desvelado ningún misterio esta definición.
Bueno, pues me gusta esto de ser independiente. Así que, ¿qué inconveniente podría tener el concepto de la independencia? Porque independencia significa libertad. El problema puede venir, en llevar la idea de independencia al extremo, porque, como decía Paracelso «el veneno está en la dosis«. Si llevamos la idea de independencia al extremo y lo aplicamos a las relaciones, nos puede llevar fácilmente a una idea de autosuficiencia. Es como si una persona, absoluta y completamente independiente, sería alguien que no le haría falta relacionarse con los demás. ¿Es eso posible? En un mundo como el nuestro, ¿es posible no depender absolutamente de nada ni de nadie?
Piensa en tu día a día. Cualquier cosa que hay a tu alrededor y que utilizas la ha hecho alguien para que puedas usarla. No sólo eso, el simple hecho (o no tan simple, depende de en qué país vivas) de abrir el grifo y que salga agua, depende de un montón de personas que hacen posible que eso sea posible, y de la naturaleza que nos proporciona el agua, y de …., ¿Verdad? date una vuelta y mira a tu alrededor, ¿Realmente crees que eres total y absolutamente independiente? Estar comprometido con otras personas en algo, aprender de de los demás, confiar en amigos, tener con alguien una relación de intimidad, ¿está todo esto en contradicción con la idea de ser una persona independiente? Ahora creo que es un buen momento para introducir el concepto de la interdependencia.
Interdependencia
Para llegar a este paso me gustaría hacerlo añadiendo un ingrediente al concepto de independencia. De lo que se trata es de que seamos personas independientes, en el sentido que seamos emocional, económica y/o moralmente independientes y que nos hagamos cargo de ello. Y al mismo tiempo que nos demos cuenta que, como seres relacionales vivimos en sociedad y formamos parte de una red que nos interconecta unos con otros mediante relaciones de dependencia, o mejor, de interdependencia, porque la conexiones son múltiples, simultáneas y complejas
Gracias a esa red de ínter-dependencias se hace posible que existamos como colectivo, ya sea un grupo de amigos, una familia, una comunidad de vecinos, un país, o incluso como humanidad en su totalidad incluyendo el planeta tierra, como un único ente formado por elementos interrelacionados e interdependientes unos de otros. Es precisamente esa interdependencia la que hace posible la existencia y supervivencia de ese ente.
Así que, para mí, la interdependencia lleva asociada la idea doble de que como seres humanos tenemos la responsabilidad de ejercer nuestra libertad interior (cosa que no siempre es cómodo), sin que eso nos lleve a la idea de autosuficiencia y aislamiento. La interdependencia nos recuerda que formamos parte de algo mucho mayor a nosotros mismos y que eso podemos hacerlo desde nuestra libertad y nuestra individualidad.
Hay un libro que me encanta que se titula Biografía del silencio de Pablo d’Ors en el qual nos habla de sus aprendizajes y descubrimientos en la práctica de la meditación. En palabras de Álvaro Vallverdú este libro «.. nos ayuda a comprender la importancia de esa humilde pero pero profunda virtud que es la atención. » y me gustaría ponerte un fragmento donde descubre la interdependencia mientras medita. Dice así:
Cuanto más veamos nuestra radical mutabilidad (refiriéndose a lo mutables que son nuestros pensamientos) y nuestra interdependencia con el mundo y los demás, y ello hasta el punto de poder decir -yo soy tú- o bien -yo soy el universo-, tanto nos acercamos a nuestra identidad más radical. Para conocerse, por tanto, no hay que dividir o separar, sino unir. Gracias a la meditación he ido descubriendo que no hay yo y mundo, sino que mundo y yo son una misma y única cosa.
La consecuencia natural de semejante hallazgo – y no creo que haga falta ser un lince para adivinarlo- es la compasión hacia todo ser viviente: no quieres hacer daño a nada ni a nadie porque te das cuenta que de que en primera instancia te dañaría a ti mismo si lo hicieras. El árbol no puede se cortado impunemente, sin pedirle permiso. La tierra no puede ser sacada de un lugar para utilizar la en otro sin pagar algunos precios. Todo lo que haces a los demás seres y a la naturaleza te lo haces a ti. Mediante la meditación se me ha ido revelando el misterio de la unidad»
Gracias Pablo d’Ors, yo no lo podría explicar mejor .
Conclusiones
Así que, con lo que hemos visto ahora, ¿cómo ves la idea de hacerte responsable de tu vida, de tus emociones y respuestas, para convertirte en una persona no-dependiente? ¿Ves compatible eso con la idea de la interdependencia que nos permite entender que en realidad todos somos uno? ¿Cómo lo aplicarías en tus relaciones con los demás y con todo lo que te rodea?
¡Buen viaje!