Por favor, no me digas que no me enfade.

Suponed que estáis enfadados por alguna razón. ¿Qué os pasa cuando alguien os dice que no os enfadéis? No sé a vosotros pero a mi no me gusta nada. Supongo que la persona que lo dice lo que pretende es que no me enfade, pero, si ya lo estoy,  ¿de qué sirve que me lo diga?. Así que, si estoy enfadado, por favor, no me digas que no me enfade. ¿Sabes lo que necesito cuando estoy enfadado? Un poquito o más bien, mucha empatía. ¿Cómo me puedes ayudar?

Ayúdame a entender qué es lo que me está pasando sin querer arreglar nada en mí, sólo acompáñame, ayúdame a sentir lo que es ahora.

Permíteme sentirme enfadado, déjame que lo sienta porque seguro que hay algo que es importante para mi que hace que me sienta así. Si soy capaz de reconocer esa necesidad insatisfecha podré dejar de culpar a los demás por mi enfado. El entender que ese sentimiento responde a algo que estoy necesitando me ayuda a aceptar lo que me pasa, me permite sentir lo que siento.

Por favor, no quiero que me hagas sentir mejor, no quiero que mitigues mi enfado, no quieras transformar lo que me pasa….porque eso no es empatía.

No me enjuicies, por favor, no quieras sacar importancia al asunto aunque con eso pienses que me estás ayudando, porque eso no es empatía.

No me aconsejes ni me digas cosas parecidas que a tí te han pasado. Ahora quisiera que estuvieras por mí, es mi momento, no el tuyo. Eso no es empatía.

No me interrogues ni hagas ningún diagnóstico. No quieras resolver la situación, ni me compadezcas, ni me consueles. Eso no es empatía.

Pon toda tu atención en mí, que no haya nada más en el mundo que yo. Sólo quiero que estés, no quiero que hagas nada. Eso sí es empatía.

Y si has de decirme o preguntarme algo, que demuestre que me estás escuchando, que me estás entendiendo… Y si no aciertas con lo que me pasa, eso es lo de menos, porque con ello estoy percibiendo tu intención de entenderme, de escucharme.

Si haces todo eso, ohhhhhh, qué bien que sienta el sentirse escuchado de una forma profunda. El no querer cambiar nada en mí es sanador, reconfortante. Me deja espacio, me permite sentir lo que siento y ser lo que soy. No te puedes ni imaginar el bien que me hace tu presencia…

Porque así te conviertes en un espejo de lo que me está pasando, y me puedo ver y reconocer, y eso sólo pasa cuando tú simplemente estás, cuando tú eres yo, desapareces para no ser tú, para ser yo, y me puedo ver como soy.

¡¡¡ Gracias !!!

 

 

1 comentario en “Por favor, no me digas que no me enfade.”

  1. Cuando nos dicen que no nos enfademos, realmente nos cabrea más porque, más alla de sentir qeu estamos siendo respetados en nuestras emociones, comprendidos, acompañados…. estamos siendo juzgados, se nos está diciendo que nuestros sentimientos y emociones perturban a otra persona quien estaría más comoda si nosotros nos tragaramos lo que hemos de soltar.

    Es como decir «no me vomites en casa, que está feo»… mejor sería lograr que esa persona me ayudara a detectar la causa de lo que me provocó el malestar estomacal….

    Muy bueno tu Blog Francesc 🙂 felicidades!!

Responder a Habilidad Emocional Cancelar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

× ¿Cómo puedo ayudarte?
A %d blogueros les gusta esto: