Esta frase es una de la presuposiciones de la PNL (Programación Neuro Lingüística) y fue acuñada por Alfred Korzybski, cuya obra culminó en la fundación de la disciplina que llamó semántica general y proviene de una historia que probablemente es falsa, aunque ayuda a explicar muy bien el concepto que hay detrás. Parece ser que durante la Primera Guerra Mundial, él y su tropa cayeron en un accidente del terreno que no figuraba en los mapas lo cual tuvo consecuencias desastrosas.
Según Korzybsky los seres humanos estan limitados en su conocimiento del mundo exterior por la estructura de su sistema nervioso y la estructura de sus lenguas. Es decir, que la lengua y nuestra fisiología limitan nuestro conocimiento del mundo.

En muchas ocasiones me he encontrado con personas que me dicen que les cuesta decir “no” a peticiones de la gente, es decir que quieren decir “no” pero acaban diciendo “sí”. ¿A quién no le ha pasado esto alguna vez? Por ejemplo, te invitan a algo que no te apetece para nada y acabas yendo. O los compañeros de trabajo te piden algo y como no sabes decirles que no, acabas cargado con un montón de trabajo que no sabes cómo manejar,…Seguro que a vosotros se os ocurren cosas de vuestra vida diaria.