Estoy el sábado por la mañana en casa. El piso necesita limpieza. Creo que le sentaría la mar de bien que le pasara el aspirador pero sólo pensarlo y ya me entra una pereza… estoy en lucha entre mi necesidad de orden, limpieza y las de comodidad y descanso. La lucha es dura. Después de un rato, que a mí me ha parecido muy largo, me inclino por pasar la aspiradora. Definitivamente creo que me quedaré más tranquilo y que después de haberlo limpiado podré descansar con la satisfacción de ver el piso limpio y la casa ordenada.
Empiezo a pasar la aspiradora. Mientras lo hago no puedo dejar de pensar lo bien que estaría yo descansando, tirado en el sofá, en vez de estar haciendo algo tan pesado y tedioso como pasar la aspiradora. Mientras pienso esto, el trabajo se me hace súper pesado y además me siento molesto porque es como si una parte mía me estuviera obligando a hacer algo que otra parte mía no quiere.
Al final acabo con una sensación de cansancio que no se corresponde con el trabajo que he hecho. Supongo que piensas que es lo más normal al del mundo después de pensar lo que pensaba mientras pasaba el aspirador. La pregunta que me hago es, ¿habría otra forma más liviana de hacer esto? Yo creo que sí. Si me acompañas te lo muestro.
Hoy quiero explicarte una cosa que me pasó el otro día cuando fui a comprar el pan. Entré a la panadería y no había gente esperando. Dos dependientas estaban hablando entre ellas y yo me quedé delante del mostrador mirándolas esperando que acabaran su conversación. No sabía de qué hablaban aunque sí me pareció que era algo que las importaba porque no se dieron cuenta que yo estaba delante suyo esperando hasta al cabo de un ratito. Entonces una de ellas se dió cuenta me miró y me dijo.
En alguna ocasión me he encontrado ante el dilema de si tengo que expresar algo que es importante para mi aunque eso pueda incomodar a otra persona que me importa, o es mejor callarme y no decirlo, para tratar de preservar el «buen rollo » de la relación ya sea en el entorno de las relaciones personales como las profesionales.